Ingredientes:
25 biscuits rose o medrichos
150g de fresas
azúcar glas
Para la crema:
600g de fresas
3 yemas de huevo
300g de nata
100g de azúcar
5 hojas de gelatina (2g cada una)
Para el almíbar:
100g de azúcar
100g de agua
80g de fresas
Preparación:
Hervir el agua con el azúcar para el almíbar y dejar enfriar. Triturar 80g de fresas, colarlo en el almíbar y reservar.
Trocear las fresa y reservar 200g, calentar el resto con 50g de azúcar y triturar. Remojar la gelatina en agua fría, batir las yemas con el azúcar restante y mezclarlo a la pulpa de fruta sin dejar de remover. Poner otra vez a calentar hasta el punto de ebullición pero sin que hierva para que no se corten las yemas, retirar del fuego y esperar unos instantes para añadir la gelatina bien escurrida. Dejar enfriar.
Montar la nata e incorporar a la crema cuando esta se haya enfriado (la nata hay que incorporarla con mucho cuidado en dos veces y con un movimiento envolvente). Reservar la crema en la nevera.
Montaje: forrar un molde de bizcocho con papel de horno, echar un poco de crema en el fondo, colocar encima una capa de biscuits rose cortados a la medida del molde y mojados con almíbar; a continuación colocar los biscuits al rededor bien pegaditos los unos contra los otros. Rellenar con la mitad de la crema y las fresas cortadas que teníamos reservadas y terminamos con el resto de crema, lo cubrimos con un papel film y lo ponemos en la nevera unas 4 horas. Pasado este tiempo lo desmoldamos y adornamos con las fresas restantes y espolvoreamos con azúcar glas.
