Eclairs de café

A ver que os parecen estos pastelitos para la sobremesa del domingo.


Ingredientes:                                      Ingredientes para la crema de café:



1/4 de litro de agua                           4 huevos
80g de mantequilla                            200g de azúcar
1 pizca de sal                                    110g de harina
150g de harina                                  1 sobre de azúcar vainillado
4 huevos                                           1litro de leche
                                                         50g de mantequilla
                                                         1 cucharada de café soluble

En un cazo poner el agua a hervir con la mantequilla y la sal. Cuando rompa el hervor echar la harina de golpe y remover enérgicamente hasta que la pasta se despegue de las paredes del cazo y retirar del fuego. Poner la masa en un bol grandecito y añadir los huevos1 a 1. Preparar una manga pastelera con una boquilla grande y escudillear sobre una placa cubierta con papel de horno y cocer 35 minutos a 200 grados.

Preparación de la crema: poner la leche a hervir. Batir los huevos con el azúcar y la vainilla, cuando esté espumoso añadir la harina y mezclar bien. Cuando la leche hierva mezclarla con la preparación anterior muy poquito a poco, diluirlo bien y volver a poner la preparación en el cazo y ponerla a calentar removiendo constantemente hasta que espese. En este punto y con la crema caliente añadir una cucharada de café soluble, remover bien y para terminar añadir una cucharada grande de mantequilla. Dejarla enfriar tapándola con un papel film.
Cuando los eclairs y la crema estén bien fríos procedemos a rellenarlos. Abrimos los eclairs por la mitad y los rellenamos con la crema que tendremos preparada en una manga pastelera. Pintarlos con el glaseado de café.

Para el glaseado de café: poner 150g de azúcar glas en un cazo, añadir un poco de agua, lo justo para poder deshacer el azúcar, poner un poco de café soluble y remover bien en un baño maría. Estará listo cuando al introducir un dedo se note un calor suave y el glaseado tenga el aspecto de una salsa bien ligada.